4 mitos sobre la lactancia y alimentación materna

 Mitos sobre la lactancia y alimentación materna 

Los mitos son historias imaginarias que con el tiempo alteran las verdaderas. Existen desde hace mucho tiempo mitos que tiene que ver con el periodo que va desde el embarazo, hasta después de nacer el bebé.

Seguro que muchas frases de las que vamos a comentar te suenan de haberlas oído alguna vez. Pues entran dentro de las expresiones populares. Vamos a intentar aclarar algunas de ellas que muchas veces nos hacen dudar y nos solemos creer.

Si tienes el pecho pequeño tendrás poca leche.

A esta frase, le podemos añadir la de “mi madre no me pudo dar el pecho así que yo tampoco podré ” o “ cuanto más grande el pecho mejor porque más leche produce ”.

La verdad es que el tamaño del pecho nada tiene que ver con la producción de leche. El tamaño lo determina la grasa que tienes en el pecho, mientras que son el número de glándulas mamarias las responsables de la producción de leche. Por lo tanto un pecho pequeño puede tener más glándulas mamarias y producir más leche que un pecho de mayor volumen.

Elige un buen biberón.

El biberón es un elemento importante para nuestro bebé, elije uno que se de calidad, mira la tetina, que sea anticólicos y que por supuesto esté homologado.

Estos son algunos de los que hemos seleccionado para ti.

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El calostro no alimenta.

A la leche materna que sale los primeros días se le llama Calostro, es la primera leche que sale de tus pechos y la mejor, importantísimo para tu bebé recién nacido.

Está disponible desde mucho antes del parto es decir la madre ya tiene calostro en su pecho antes de tener a su bebé no hay que esperar a que éste aparezca sino que está disponible desde el primer minuto.

Es una leche más espesa y amarillenta. Al principio no te saldrá mucha cantidad, pero en este caso hablamos de mucha calidad y no hace falta mucha cantidad para tu pequeño.

El Calostro se caracteriza entre otras cosas por tener una gran cantidad de proteínas, zinc y vitamina E, el típico color amarillo se debe al betacaroteno, una provitamina A que se transforma en vitamina A cuando es asimilada por el organismo.

Te invito a leer nuestro post sobre la lactancia materna y su beneficios. donde te explicamos mucho más.

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No tengo suficiente leche porque el sacaleches me extrajo muy poca.

Volvemos a hablar de cantidad de leche, una de las principales preocupaciones de las madres al amamantar a su bebé. También solemos oír eso de que: si no gotean los pechos  entre las tomas tampoco hay leche suficiente.

Para empezar tenemos que saber que la cantidad que se extrae de un sacaleches, suele ser bastante menor que la que se tiene disponible en el pecho para el bebé y que sin embargo este si puede sacar sin problemas.

La verdad es que lo único que aumenta la producción de leche es la succión eficaz del bebé y un vaciado correcto de la mama y eso se consigue sólo si el bebé mama a demanda y de forma correcta.

La cantidad de leche que el pecho produce depende de la estimulación del mismo, es decir, de cuánto mame el bebé. Con el tiempo, después de las primeras tomas y después de las primeras semanas, la sensación es que, el pecho deja de parecer duro y lleno para pasar a estar más blando y suave, sin dejar de estar produciendo leche.

Lo normal es que al dar el pecho duela.

El amamantar a nuestro bebé no deja de ser otra de las maravillosas experiencias que nos depara a maternidad. En este caso, cuando lo hacemos tenemos que distinguir entre sensaciones al dar el pecho y dolor. Dar el pecho no tiene que ser doloroso.

Cuando damos el pecho las hormonas que se liberan, influyen en tu organismo. la oxitocina alivia la sensación de dolor y te relaja, haciendo que amamantar sea un placer. Por eso podrás observar que cuando le das el pecho, te suele dar sed.

No tengas problemas en beber si te entra sed, ya que también es un mito eso de que se agua la leche.

Sin embargo si al dar el pecho te duele, la cosa cambia ya que pueden ser por estas razones entre otras:

    • Porque el bebé no se agarra bien y por lo tanto no succiona correctamente. Observa que tu posición al amamantar sea correcta.
    • Infección: Esto puede ser debido porque el bebé tenga algún tipo de afta  (Pequeña úlcera blanquecina que se forma en la membrana mucosa de la boca) y te la haya transmitido. En este caso puedes tener sensación de malestar y pezones enrojecidos.
    • Mastitis: Es decir, inflamación de las mamas. puede ser debido además de por una infección, por la acumulación de leche.
    • Obstrucción mamaria: Viene un poco a colación de lo comentado en el punto anterior. suele afectar a un solo pecho, se caracteriza porque aparece un punto blanco en el pezón y que se manifieste a través de un bulto.

Ni que decir tiene que cuando te encuentres cualquier síntoma que no veas normal, acudas a tu médico.

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