La carta de un bebé a su madre

Carta de un bebé a su mamá 

Querida mamá, hemos estado creando todo esto tú y yo durante nueve meses. Sé que todo es nuevo para ti y créeme, ¡Nadie estaba más sorprendido que yo por venir corriendo por ese túnel a este mundo brillante, frío y ruidoso! Ahora, estamos aquí y, aunque estamos nerviosos y con altibajos, creo que va a funcionar. Obviamente, se han tenido que hacer algunos cambios y ajustes, pero me siento bien acerca de cómo están las cosas. Sin embargo, me preocupo por ti y por papá, ya que ambos estáis muy nerviosos y preocupados por mí. Si bien soy nuevo en esto también, tengo algunos consejos y trucos que pueden ayudaros a través de este nuevo comienzo.

• Démonos tiempo: Llevo en este mundo muy poco tiempo y ya he tenido mucho que absorber. Sé que es difícil para ti, ya que no puedo expresar lo que necesito o cuando lo necesito, excepto llorando. Y sí, parece que necesito las mismas cosas una y otra vez. Sin embargo, encontraré una rutina, un ritmo y tú también. Sé que estás estresada, pensando si te equivocas o que no estás haciendo lo suficiente, pero no necesito tanto en este momento: estar alimentado, cambiarme el pañal, dormir y ser amado. Lamento el problema del sueño, el hecho de dormir tan pocas horas también cambiará, un poco de paciencia. Solo démonos tiempo.

• Poder del tacto: No puedo entender tus palabras, y realmente no tenemos muchas formas de comunicarnos entre nosotros. Sin embargo, el poder de tu toque es solo eso: ¡poderoso! Nuestro contacto piel con piel, sostenido por ti, no solo me hace sentir seguro y protegido, sino que puede influir positivamente en mi salud, mi felicidad y reducir mis temores y ansiedad. A través del tacto, tienes la capacidad de calmarme, calmarme y establecer un fuerte vínculo entre nosotros. Así que mantenme cerca, no tienes que asfixiarme, pero abrázame, abrázame, llévame. Cuando me alimentes, dedica un tiempo solo a nosotros. Durante nuestra rutina nocturna o de baño, participa, y haz participar a papá, necesito que estéis presente. Tu toque es un medio principal de unión y comunicación. Suena muy simple pero significa mucho, no solo para mi bienestar actual sino también para mi futuro.

• La magia de tu voz: En este momento, el sonido más dulce que conozco es tu voz, no importa que no pueda entender palabras o hablar. ¡Así que háblame, cántame, léeme, participa conmigo! Cuando lloro porque estoy cansado o hambriento, mojado o quisquilloso, tu voz me dice que estás aquí y que me estás cuidando. A medida que crezca, ese sonido relajante me hará saber que algo está por suceder, ya sea la hora del baño, la noche, la hora de comer o más. No esperes a que aprenda tu idioma, ¡ya estoy escuchando!

• Tu salud = mi vida: Por lo tanto has de saber que, eres todo lo que tengo tanto a ti como a papá, no tengo a nadie más. ¡No puedo hacer nada por mí mismo, así que te necesito más de lo que puedas imaginar! Necesito que te cuides tú también, ¡no solo por ti sino por mí!  Ya sé mamá que  probablemente está realmente preocupada por el peso del bebé y todo eso, pero te necesito saludable, y que no hagas dietas de moda o tomes píldoras «mágicas». No tienes que convertirte en una loca del CrossFit o en una atleta, solo ten en cuenta que no es solo tu vida ahora, es la nuestra.

• Familia para siempre: Por lo tanto, sé que tener un nuevo bebé les genera mucho estrés a los dos. Estáis cansado, estáis trabajando y me estais cuidando. Pero necesito que también se cuiden unos a otros. Es fácil concentrarse en mí y olvidarse el uno del otro, pero no lo hagáis. Comenzaron este viaje juntos y quiero que sigan así. Entonces, dediquen tiempo el uno al otro, apoyaros el uno al otro como hasta ahora y seamos una familia.

• Nadie es perfecto: Sois nuevo en esto y yo también. Es posible que no sea el bebé más fácil y que no seáis los mejores padres nuevos del mundo. Pero ustedes son mis nuevos padres, ¡eso os hace increíbles! Cometeréis errores pero eso está bien. Aprender de ellos, seguid los consejos de aquellos en quienes confiáis y recordad que nadie es perfecto. En el futuro, me enseñareis cómo manejar mis propias imperfecciones. Todos cometemos errores y necesitamos otra oportunidad. Entonces, vosotros también. ¡Entenderás esto tanto tú como papá en poco tiempo y recuerda que no es el destino sino el viaje!

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